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sábado, septiembre 01, 2012

LA BUENA SUERTE ... Fernando Trías de Bes Mingot y Álex Rovira Celma

Historia de dos amigos que se encuentra “casualmente” después del tiempo, y se cuentan como les ha ido. A uno le sonrió la suerte, el otro parece no tener tanta, y entonces uno de ellos le cuenta al otro la diferencia que hay entre “tener suerte” y “tener buena suerte” y le empieza a contar un cuento, del trébol de las cuatro hojas, con suerte infinita.
Un monte, lleno de árboles, piedras, un lago, un bosque… un Rey de un reino, y una proposición, conseguir un trébol de 4 hojas…. La historia cuenta a dos jinetes caballeros en busca de ese trébol de cuatro hojas que propone el rey. Los dos van por el mismo bosque, por el mismo camino pero cada uno por su cuenta, se encuentran con las mismas piedras, el mismo lago con su dueña y los nenúfares, las mismas ramas de todos los árboles que forman el bosque, los dos iguales….



Todos los elementos del bosque se ríen de ambos caballeros cuando preguntan donde puede haber un trébol de 4 hojas, el lago, las piedras los árboles, todos se ríen ¡¡ aquí??? Trébol de 4 hojas??? Ni si quiera de tres, aquí no pueden crecer tréboles, el terreno no lo permite….. La historia hace ver como cada caballero se lo toma a su manera. Uno de manera negativa de que es cierto, si los que viven en el propio bosque te dicen que es imposible, incluso árboles milenarios que llevan ahí miles de años , nunca han visto crecer un solo trébol, porque de repente iba a haber ¡¡ te han engañado¡¡ decían los elementos del bosque. El otro caballero sin embargo, asume también las mismas circunstancias, qué se le va a hacer, es cierto, no pueden crecer tréboles ahí… pero sin embargo es su relación de empatía con el bosque, y su ilusión de verse así mismo todas las noches antes de acostarse, con el trébol de cuatro hojas en las manos….




El jinete positivo, ayudaba al bosque, que si el lago estaba a punto de desbordarse y claro… el jinete egoísta iba a lo suyo ¡¡¡ no me puedo entretener, tengo que buscar el trébol de cuatro hojas¡¡¡…. El jinete positivo a pesar de su misma ilusión de buscar el trébol de cuatro hojas, aprovechó que estaba frente al lago para ayudarle a deshacerse un poco de agua abriendo un canal… Sigue el camino, el caballero egoísta, no podía ayudar a los árboles a deshacerse de sus ramas muertas que entorpecían que su sabia siguieran a las ramas buenas ¡¡ tenía que buscar el trébol de cuatro hojas¡¡¡. El jinete positivo sin embargo, a pesar de tener sus días también contados , días de plazo que les dio el rey para encontrar dicho trébol, aprovechó su paso por el bosque para aliviar a esos pobres árboles de sus ramas muertas….



  De repente parecía que el bosque recobró luz ¡¡¡ pues ahora el sol podía llegar al suelo cosa que antes era imposible por estar tan tupido el bosque entre ramas verdes y ramas muertas…. El caso es que el jinete negativo, asumió la tomadura de pelo del rey, que era imposible encontrar un trébol ahí ni de tres ni de cuatro hojas, porque jamás había ocurrido, el otro en cambio aprovecho su camino por el bosque para ir “haciendo cosillas” y empatizar con el bosque ya casi olvidándose de su afán de buscar el trébol de cuatro hojas…. De repente ya casi al final, sopla un viento como siempre soplaba el viento, dejando caer una especie de polvo dorado como SIEMPRE hacía… y de repente, para sorpresa de los caballeros, crecieron tréboles de 4 hojas….
La cuestión está en que la vida misma es así….



  Las semillas doradas caían siempre… la suerte se repartía por el bosque para todos por igual… peor el tupido de los árboles, la sequedad del terreno porque el lago no regaba la zona, y la cantidad de piedras por el camino, hacía que esas semillas de suerte nunca germinaran. . El caballero negativo simplemente iba a su bola, el caballero positivo también, iba a su bola, pero ayudando al bosque con otro objetivo…. Y resultó y dio la casualidad, que toda esa ayuda que el caballero positivo estaba dando al bosque, eran justo las circunstancias necesarias que él también necesitaba como casualidad o sincronicidad, para que sus semillas de trébol de cuatro hojas germinaran…. Aplicado a la vida real….


La suerte y la buena suerte no es lo mismo… tener un objetivo claro, colaborar con nuestro entorno en lo que se nos presente, tener empatía por los demás, y demás, hará que las circunstancias que necesiten los demás sean casualmente las mismas que puedes estar necesitando tú para cumplir tus objetivos por imposibles que parezca… por eso una actitud de colaboración general con todo nuestro entorno, nos puede estar haciendo colaborar con nosotros mismos en nuestros objetivos también…
Es curiosa como la idea del caballero bueno que se visualizabas siempre con sus trébol de cuatro hojas… lo que nos viene a decir lo de siempre. Atraemos lo que pensamos, no tengamos la menor duda. Este cuento al igual que otros tantos libros habla de lo que hablan muchos aunque parezca diferente, al menos de lo que llevo leyendo hasta el momento. El universo conspira para nuestra felicidad, dándonos a todos por igual la misma suerte, semillas doradas, depende de cada uno las cosas que haga poco a poco, colaborar con el bosque aunque no sea tu objetivo, y con el tiempo se te devuelve tus deseos y sueños, porque colaborar con el bosque al fin y al cabo que NO era nuestro objetivo NI estaba en nuestros planes, y sin embargo dio esa “casualidad” de que eso mismo, esa misma ayuda que dimos al bosque era la que necesitábamos nosotros mismos para nuestros objetivos…


Una indirecta muy directa como diría yo. QUE TODOS PODEMOS CUMPLIR NUESTROS OJETIVOS¡¡ y estemos atentos a las circunstancias que nos encontremos que pueden ser lo que necesitamos aunque no nos lo parezca ¡¡¡ . E imaginémonos siempre con nuestro objetivo cumplido ¡¡¡¡ que ya lo dicen en otros lares… que visualizarte con el objetivo conseguido hace que sin querer, te estés aproximando a cumplirlo ¡¡¡ :.







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